Fundación Secretariado Gitano

El nuevo Pacto de Estado sobre violencia de género reconoce la especificidad de las mujeres gitanas [editar]

• Igualdad de género y Mujeres Gitanas
• Estatal

Hoy se aprueba en el Congreso de los Diputados el informe elaborado por la Subcomisión para la Renovación y Actualización del Pacto de Estado en materia de Violencia de Género, que actualiza el anterior de 2017. Esta aprobación supone la renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género para los próximos cinco años.

El informe, entre otros avances, reconoce por primera vez la especificidad de las mujeres gitanas para enfrentarse y salir de la violencia y adopta medidas para ello.

Las mujeres gitanas no son ajenas a las problemáticas que tienen el resto de mujeres, pero, además de la desigualdad de género, sufren otras discriminaciones que vienen dadas por su pertenencia étnica. Es lo que denominamos discriminación interseccional.

Aunque la violencia machista afecta a las mujeres gitanas en la misma medida que a las mujeres del resto de la sociedad, ya que la violencia de género tiene su origen en un sistema patriarcal y no es específica de ninguna cultura, las mujeres gitanas presentan ciertas singularidades que vienen determinadas por su pertenencia étnica y que suponen vivencias de discriminación y antigitanismo.

Es por ello que valoramos muy positivamente que el nuevo Pacto de Estado reconozca esa especificidad por primera vez y defina estrategias y medidas adaptadas.

Así, en la medida nº148 reconoce la necesidad de “Aplicar un enfoque específico para las mujeres gitanas en las políticas, medidas y respuestas institucionales contra la violencia machista con el objetivo de garantizar su pleno acceso y ejercicio efectivo de derechos. Implementar o adaptar los recursos especializados a las necesidades y condiciones de dichas mujeres, para hacerlos plenamente accesibles y coherentes para ellas, contando con las mediadoras del pueblo gitano formadas para ello”.

Hay que tener en cuenta que muchas mujeres gitanas encuentran mayores barreras a la hora de seguir un proceso de salida de las violencias por cuestiones socioculturales, de antigitanismo y de pobreza, entre otros, lo que deriva en una falta de garantía de sus derechos como ciudadanas y en un riesgo evidente para su bienestar y su vida, así como la de sus hijos e hijas.

Uno de los puntos más destacados del nuevo Pacto es que hace hincapié en la formación especializada de profesionales. Así, la medida 149 pide “Abordar con medidas específicas, que tengan en cuenta la perspectiva interseccional, las intervenciones en casos de violencia de género a mujeres gitanas y capacitar para ello a las y los profesionales implicados en la atención a estas víctimas”.

También incide en la necesidad de tener en cuenta las voces de las mujeres gitanas a la hora de diseñar las políticas públicas que les afectan directamente. La medida 147 defiende “Implicar a colectivos como los de mujeres con discapacidad, migrantes o gitanas en el diseño de políticas específicas, así como en cualquier medida y respuesta institucional que se adopte para combatir cualquier forma de violencia contra las mujeres”.

El trabajo de la Fundación Secretariado Gitano en la lucha contra la Violencia de Género

En la Fundación Secretariado Gitano llevamos más de dos décadas trabajando en apoyo a mujeres gitanas víctimas de violencia de género: 650 casos atendidos entre 2014 y 2024. En el marco de esta experiencia, la FSG considera que, para dar una respuesta adecuada a las necesidades específicas de las mujeres gitanas se necesita:

• Mayor cobertura de recursos y profesionales en todo el Estado, aumentando el número de recursos de todo tipo, además del número de profesionales que atienden esos recursos.
• Adaptar y “humanizar” los recursos habitacionales para que sea adecúen mejor a las circunstancias de las mujeres a los que van dirigidos.
• Realizar acciones de sensibilización al personal de todos los recursos para reducir prejuicios y estereotipos.
• Mejorar el servicio de atención psicológica de los recursos públicos, incluyendo en ellos a profesionales de distintos orígenes y perfiles (por ejemplo, profesionales gitanas, migrantes, racializadas, musulmanas, etc.).
• Adaptar los recursos a las necesidades demandadas por las participantes evitando itinerarios de apoyo rígidos y prefijados sin adaptación a las necesidades de las víctimas.
• Fomentar el trabajo en red y la coordinación de recursos públicos y privados que asegure y agilice la atención y derivación dentro del sistema público de atención a víctimas, por ejemplo, incluyendo la posibilidad de derivar a las víctimas a recursos y servicios de otras comunidades autónomas para una mejor salida a la situación de violencia de las víctimas.
• Acercar los servicios de protección y atención de los recursos de seguridad (policiales) a las víctimas para reducir resistencias a la hora de solicitar ayuda.
• Asegurar la atención y apoyo continuados por parte de todas las figuras profesionales en los procesos judiciales o de intervención policial, especialmente en los momentos críticos, garantizando su disponibilidad.

Desde el año 2016 la FSG desarrolla el Programa Calí, por la igualdad de las mujeres gitanas, financiado principalmente por el Fondo Social Europeo, con la finalidad de prestar apoyo a la inclusión sociolaboral de mujeres gitanas que se encuentran en situación de alta vulnerabilidad, y de acompañar a mujeres víctimas de violencia de género a través de apoyo especializado.

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