Es necesario favorecer el desarrollo integral de las personas más vulnerables

La consolidación de FSG-Andalucía aumenta en la sociedad andaluza año tras año. A pesar de que hemos experimentado una fuerte demanda de nuestros servicios y teniendo en contra, que hemos experimentado una importante reducción de nuestros recursos, el capital humano de la FSG, una vez más, ha dado la talla cosechando mejores resultados que años anteriores.

Seguimos incorporando al mercado laboral por cuenta ajena a la población gitana, mejorando cada vez más su nivel de empleabilidad, y también estamos contribuyendo con nuestros programas educativos a que la juventud gitana se mentalice de la necesidad de alcanzar una formación reglada media o superior para tener mejores oportunidades de un futuro con mejores garantías.

En 2015, la crisis económica y social está muy arraigada en los colectivos más vulnerables. El 29,8% de la población activa andaluza está en desempleo. Más de 750.000 personas desempleadas en Andalucía no tienen ningún tipo de prestación. En estos datos tan terribles está incluida gran parte de la población gitana, según el informe FOESSA, tres cuartas partes de las personas gitanas viven en pobreza severa.

En este contexto, ONG como la nuestra, se hacen indispensables para el desarrollo integral de las personas que esperan y desean mejorar su vida para disfrutar de los niveles de bienestar que puede ofrecer una sociedad desarrollada como la española.

Hemos constatado que, en los más de 15 años de implantación de la FSG en Andalucía, nuestra labor es muy valorada, tanto por las instituciones públicas como por el tercer Sector de Acción Social. En nuestro afán de compartir, participar y apoyar la causa de las personas excluidas, trabajamos de forma activa en las redes de participación social e incidencia política más importantes de nuestra comunidad, para llevar la cuestión gitana a la realidad política y social de esta comunidad autónoma.

Lamentamos, en materia de igualdad de trato y no discriminación, después de la reforma de nuestro código penal, que considera el odio y la discriminación racial como delito, la decisión judicial del caso ?Castellar?. Unos vecinos que se toman la justicia por su mano, en contra de las personas gitanas que habitan en él. Este desgraciado e incívico comportamiento de momento queda en el limbo jurídico, dictaminándose el archivo provisional de la causa, cerrando así cualquier posibilidad de defensa jurídica de las víctimas.

En el futuro inmediato FSG-Andalucía se plantea tres grandes retos. Primero, trabajar para que las instituciones privadas apuesten por la digna y justa labor que desarrollamos y así poder suavizar la dependencia de los fondos públicos, que cada vez más se alejan de la promoción social. En segundo lugar, trabajar para que en la agenda política de Andalucía este presente la mejora de la calidad de vida de los gitanos y de las gitanas, y por último, compartir con la sociedad todo el potencial social y cultural que la comunidad gitana andaluza tiene.

Juan M Reyes Campos

Director Territorial FSG-Andalucía