Pobreza y exclusión

Una parte significativa de la comunidad gitana ha venido padeciendo durante años la exclusión social y la pobreza, generación tras generación, condiciones que impiden desarrollar una vida digna y en igualdad de condiciones con el resto de la sociedad, y que afectan negativamente al presente de las personas que viven estas situaciones y al futuro de las niñas y niños gitanos.  

Pero en el año 2020, la pandemia Covid-19 y sus efectos a nivel sanitario, económico y social, han impactado de manera muy grave en la comunidad gitana, principalmente en aquellas familias que ya se encontraban en situación de mayor vulnerabilidad. 

Nos hemos volcado en ayudar a paliar estos efectos en las familias que atendemos y en los barrios donde desarrollamos nuestra labor, y en todas aquellas personas gitanas que se han acercado a solicitarnos ayuda, en colaboración con los recursos sociales, sanitarios, de protección ciudadana, empresas, etc.  

Hemos atendido a un total de 16.779 personas en servicios dirigidos a su inclusión social, más del doble que el año anterior. Además, con la puesta en marcha de la nueva prestación social del Ingreso Mínimo Vital, nos hemos volcado para que todas las personas gitanas que necesitaran solicitarlo no se quedaran atrás: más de 8.000 familias gitanas han recibido nuestro apoyo para acceder al IMV.