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Vivienda[editar]

España es el país europeo en el que más se ha avanzado en la inclusión socioresidencial de la población gitana pero, aún así, no debemos olvidar que aún existe un 2.17% de chabolismo (más de 2.200 hogares) y que un 8.63% de las viviendas habitadas por familias gitanas son infraviviendas (9.000 hogares que no cumplen condiciones de habitabilidad), según el informe Estudio-Mapa sobre vivienda y población gitana, 2015 realizado por la FSG por encargo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Se ha avanzado mucho, pero quedan asignaturas pendientes que atentan a los derechos fundamentales de las personas gitanas.

El acceso a una vivienda digna es una condición esencial para la promoción e inclusión social de cualquier persona o grupo. Por ello, desde la FSG creemos que se deben seguir aunando esfuerzos a todos los niveles para dar una respuesta adecuada y sostenible a la situación de desigualdad en materia de vivienda que la comunidad gitana vive respecto al resto de la población.

La universalización de las políticas de bienestar y el acceso a viviendas y a entornos urbanos más normalizados que se produjo en la década de los 70 y 80, permitieron a muchas familias gitanas mejorar sus condiciones de vida y fue clave en el avance en la incorporación social que ha experimentado esta comunidad en las últimas décadas.

Sin embargo, aquellas familias gitanas que no se beneficiaron de estos planes o que sufrieron las consecuencias de medidas inadecuadas en este terreno, siguen padeciendo los efectos de la exclusión: la creación de barrios de tipología especial que reproducen la segregación, la persistencia del chabolismo, los realojos en viviendas de transición que se convierten en permanentes, barrios sin los equipamientos y recursos adecuados... no han hecho sino agravar las desfavorables condiciones de partida de muchas de estas familias, facilitando que otras problemáticas sociales vinieran a complicar el panorama y a contribuir a la mala imagen y al rechazo social que persigue a esta comunidad y que actúa como una barrera más para su promoción.

Por todo ello, las actuaciones desarrolladas desde a FSG siguen una misma línea estratégica: favorecer el acceso de la comunidad gitana a una vivienda digna en un contexto inclusivo y normalizado.

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