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Discriminación y Comunidad gitana 2016

Casos de discriminación en Servicios Policiales

1.

Almería.

Servicios Policiales.

Discriminación racial.

Un joven gitano, participante del programa de empleo

Acceder, en una visita a la sede de la FSG en Almería nos informó que en la puerta de entrada al edificio unos

agentes de policía local le pararon y le pidieron la documentación y que incluso le cachearon de forma violenta.

El joven les dijo a los agentes que iba a subir al edificio porque tenía una cita con la orientadora laboral de la FSG

ya que estaba buscando trabajo.

A este comentario los agentes le contestaron “que ahora iban y se lo creían”.

Más tarde pudimos averiguar que pararon al joven porque al parecer había estacionado su coche en un lugar

donde se suponía era un punto de venta de droga.

2.

Almería.

Servicios Policiales.

Discriminación directa.

Un grupo de jóvenes gitanos de entre 16 y 20 años

de edad, se acercaron a la sede de la FSG en Almería para informar de que desde hacía tiempo una patrulla de

la policía nacional les seguía y no sabían por qué. De hecho, un día que los jóvenes estaban en una plaza de su

barrio, les pidieron la documentación y les cachearon.

Uno de los jóvenes, nos trasladó que en un mes lo habían cacheado incluso hasta tres veces.

Los jóvenes nos trasladaron que ante aquellas situaciones se sintieron indefensos y discriminados ya que sólo les

cachearon a ellos y no a otros jóvenes no gitanos que estaban igualmente en la plaza aquel día.

3.

Linares.

Servicios Policiales.

Discriminación directa.

Una familia gitana estaba comprando en un centro

comercial de Linares, cuando encontraron a su hijo de 5 años con un bolso que no era suyo. Los padres, que

estaban asustados, pensaron que dada la fama de ladrones que tienen los gitanos, si lo entregaban a seguridad

pensarían, en el caso de que faltase algo, que ellos lo habrían robado.

Ante esta situación, la familia pensó que era mejor meterlo en el buzón de correos y así lo hicieron.

Al mes siguiente les llamaron desde la comisaria para que se personaran y una vez allí les tomaron declaración por

el bolso (alguien los había visto y les denunció).

La familia prestó declaración; contaron todo lo ocurrido y explicaron que no lo entregaron por miedo a que los

acusaran de robo.

Finalmente todo se aclaró y no hubo consecuencias.

4.

Valencia.

Servicios policiales.

Discriminación directa.

Una mujer gitana de un barrio de Valencia se puso

en contacto con el departamento de Igualdad para informar de las actuaciones desproporcionadas y violentas

de la policía local en su calle donde vivía, y concretamente las que sufrió en su propia casa, cuando solicito la

intervención de la policía en un presunto caso de violencia machista.

La joven nos contó que un familiar que tenía esquizofrenia tuvo un ataque violento repentino, intentó detenerlo

pero que no pudo. Nos comentó que estas circunstancias se las había explicado a la policía pero la creyeron.

5.

Valencia.

Servicios policiales.

Discriminación directa.

En la FSG-Valencia se han atendido y se atienden en

la actualidad a muchas familias gitanas procedentes de Rumanía. Recientemente una parte de ellas, las que resi-

dían en el barrio del Cabañal, han recibido multas por almacenamiento de chatarra en las viviendas (literalmente

por desempeñar la actividad sin licencia ambiental).