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Casos de discriminación en vivienda
A: –¿Qué querían?
FSG: –Queremos ver pisos en alquiler en la zona de Corvera.
A: – Esperen un momento que les atiende mi compañera. Rápidamente viene la compañera (B), se dirige
hacia su mesa, de pie y sin indicarnos que nos sentemos, nos dice:
B: –No tengo nada,
FSG: –¿Cómo que no tiene nada?
B :–No, es que las condiciones que ella tiene (haciendo referencia a los pocos ingresos de la mujer gitana,
concretamente a su salario social ), la gente que yo tengo no quiere gente así
FSG: –¿Pero a qué tipo de condiciones se refiere?
B: –Es que los ingresos que tiene no son embargables, las pensiones no son embargables
FSG: –Ella no tiene pensión, tiene salario social
B: –Pues eso, la gente que yo tengo no quiere esas condiciones
FSG: –¿Es problema de la gente que ud. tiene o es problema de ud. que no quiere gente así? ¿qué es
porque es gitana?
B: –Yo no tengo problema con la raza gitana. No diga que yo soy racista
FSG: –¿No? En primer lugar no es raza, son un pueblo, son exactamente como nosotros.
Desde el Departamento asesoramos e informamos a la familia del derecho que les asistía de solicitar una hoja
de reclamaciones al establecimiento por el trato que recibieron. Igualmente consideramos importante que el
responsable de la inmobiliaria tenía que saber todo lo ocurrido para que adoptara las medidas oportunas, que en
este caso, considerase.
Finalmente, las personas afectadas decidieron preguntar en otra inmobiliaria y no llevar a cabo ningún tipo de
actuación.
4.
Cuenca.
Vivienda.
Discriminación directa.
Una mujer gitana nos informó que buscaba una vivienda en alquiler
por la zona donde vivían algunos de sus familiares y que durante los meses de mayo y junio contactó con varias
inmobiliarias. La joven nos relató que tras varios intentos, al final pudo concertar una cita con la propietaria de un
piso. La joven nos describió que la cita para ver el piso la concertó por teléfono y que la conversación mantenida
fue muy positiva, pues al parecer, todo le indicaba que el contrato de alquiler se haría efectivo.
Todo cambió, nos cuenta la joven, cuando se produjo el encuentro. La propietaria de la vivienda, nada más verla,
se mostró violenta e indiferente hacia ella. La joven nos trasladó que está segura que fue porque la identificó
como gitana.
Tras la presentación entre ambas y de manera muy breve, la propietaria de la vivienda le confirmó que ese mismo
día había concretado con otra persona el alquiler de la vivienda y que no iba a ser posible poner la vivienda a su
disposición en régimen de alquiler.
La joven nos comentó que un día antes al encuentro la propietaria no le hizo mención alguna sobre la otra persona
interesada, solo le confirmó esta información tras encontrarse con ella.
Días después la joven se personó en el dispositivo de la FSG para informarnos que no era la primera vez que le
negaban alquilar una vivienda por ser gitana y que casi siempre había sido tras el encuentro en persona.