16 de Julio de 2015
FSG
El Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes 10 de julio el nuevo Plan de Desarrollo Gitano con una dotación presupuestaria de 412.500€. Estos fondos, que distribuye el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, tienen el objetivo de promover y mejorar las condiciones de vida de la comunidad gitana en ámbitos como el empleo, la educación, la vivienda o la salud en todo el territorio nacional.
El Programa de Desarrollo Gitano, surgido a raíz de una Proposición no de ley en 1985 y puesto en marcha en 1989, con una dotación de unos 500 millones de ptas. (unos 3 millones de euros), supuso en su momento una iniciativa innovadora, en la medida en que significaba una fuerte apuesta por invertir en acciones dirigidas específicamente a mejorar las condiciones de vida de la comunidad gitana, entendiendo la necesidad de compensar las graves desventajas que afectan a la población gitana respecto al conjunto de la sociedad. Supuso, además, la involucración de CCAA y ayuntamientos en este ámbito, puesto que son estas administraciones las destinatarias de estos fondos además deben cofinanciar con partidas propias.
Desde entonces, ha existido una partida de los Presupuestos Generales del Estado que ha sufrido grandes variaciones a la baja, especialmente en las dos últimas legislaturas y coincidiendo con la crisis económica. Ya en el año 2011, con el anterior Gobierno, el presupuesto se redujo de los tres millones a 1.065.160€, en 2012, ya con el Gobierno actual, volvió a bajar hasta 550.000€, se redujo aún más en el año 2013 llegando a 412.500€ una cantidad ridícula para repartir con las CCAA y los ayuntamientos de España.
En 2014, el Gobierno compensó esa reducción con una partida adicional de un millón de euros con cargo al fondo contra la pobreza, sin embrago vemos con desolación como en este año en el que se van a dedicar 32 millones de euros al fondo de pobreza (casi el doble) ha desaparecido la partida específica para la población gitana.
Este recorte presupuestario es contradictorio con el empeoramiento objetivo de la situación de los grupos más desfavorecidos. Según el Informe FOESSA 2014, la población gitana ha sido uno de los grupos más afectados por la crisis económica y los recortes presupuestarios de los últimos años, un 72% de las familias gitanas se encuentran por debajo del umbral de la pobreza, pero además un 54% de las familias se encuentran en situación de “exclusión severa”.
Este recorte también es contradictorio con los objetivos de la Estrategia Nacional de Inclusión de la población Gitana que el Gobierno aprobó en 2012 y que no serán alcanzables sin el esfuerzo económico necesario. Nos preocupa en fin que para el actual equipo la inclusión social de la comunidad gitana esté perdiendo relevancia en su agenda política.
Desde la Fundación Secretariado Gitano lamentamos profundamente la decisión de mantener el Plan de Desarrollo Gitano con esa dotación meramente testimonial. Con estos presupuestos dudamos mucho de que sea posible alcanzar los niveles de inclusión de la población gitana que el Estado español se comprometió a cumplir hasta el año 2020.
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